S.N. Nº 77
Pienso en una niña muy especial,
Una señorita que me descoloca por su pensar,
Una princesa que jamás imaginé poder encontrar.
Pero si la encontré
Y al parecer, la comencé a querer,
La empecé a extrañar más de lo normal,
La pensé demasiado sin comprender que era anormal.
Y hoy suelo soñar despierto,
Suelo por las noches perder el sueño
Y construyo oraciones que surgen al vuelo,
Pero que son el reflejo de todo lo que siento.
Niña, déjeme decirle de esta forma por ahora,
Que es preciosa…
Que si pudiera definirla en una palabra,
No sería capaz de encontrarla.
Porque conscientemente,
Me siento deprimente pero alegre,
Tanto oscuro como brillante,
Así desarmado, pero estable.
Es una niña muy especial,
Eso lo sé…
No quiero hacerle daño, ni tampoco la quiero perder,
Quiero que esté conmigo, pero no sé realmente que hacer.
La quiero, y bastante,
La extraño, y no sabe cuanto,
Preciso de saber que está bien,
Por lo menos eso me sirve para dormir bien.
Me animo al saber que puedo verla,
Me prendo, pero trato de ir quieto,
Pero las veces que no se han podido,
Me he sentido mal e incluso algo podrido.
Pero me vuelvo a animar al saber que hay tiempo,
Me alegro demasiado al saber que sigo dispuesto,
Me siento extraño al mirarme y ver que no pierdo paciencia,
Pienso y pienso, pero lo que siento no tiene respuesta.
Niña de mirada enceguecedora,
Dígame que es eso que la vuelve encantadora,
Dígame que hace para que la vea tan especial;
Aunque se que no es nada, creo que es su naturalidad,
Pero mantiene mi mente en trabajo constante,
Hace que pierda la cabeza, de este latido incesante.
Joango.