Puedo querer muchas cosas,
Pero me he conformado con mirar su boca… Pretendo contribuirme, Pero de los nervios ahora no puedo reírme.
Suspiro tras suspiro…
Y empiezo a entender este brillo, Empiezo a comprender mi mirada cambiante,
Empiezo a entender, mi delirar incesante.
Como un loco pretendo estar cuerdo, Acelerado pretendo andar lento,
En silencio pretendo gritar Y sin obedecer sigo tu caminar.
Ando inmensamente perdido, Pero nunca me he sentido más seguro de donde estoy…
Estoy inmerso en un mar de canciones, Una selva de poesías y emociones, Un aglomerado de sentimientos, Una perfecta sincronía de desconciertos.
Estoy observando tu mirar para seguir, Estoy pensando que puedo dar de mí; Empiezo a vivir otra vez queriendo sentir, Sigo palabreando sabiendo que es por ti.
Y me congelo al mirarte, Pero casi no puedo evitar el tentarme…
Y me freno con todo lo que tengo, Lo evito, pero con todo lo que puedo.
No me es fácil observar tu rostro, No al menos con las ganas que tengo de acariciarlo…
Y a su vez, no me es fácil hablar bien, Si es que callar lo que siento es hablar bien.
No me resulta fácil querer ir despacio, Pero por ti, estoy dispuesto a esperar lo necesario…
Porque quiero ser, ese a quien le sonríes sinceramente, Ese quien, que esté dispuesto a enamorarte…
Ese quien, que quiere que le embellezcas el día con tu mirada, Ese quien, que quiere ser envuelto con tu voz en las madrugadas, Ese quien, que quiere reír contigo, Ese que anda buscando, ser de ti más que un amigo.
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