S.N. Nº61
Realmente no sé bien que me sucede,
Entiendo pero no entiendo, eso parece…
Me resulta difícil proporcionarle palabras poco hermosas,
Pese a que ando desanimado, me sigo llenando de rosas;
Me clavan esas punzantes espinas,
Pero se quedan quietas en esas heridas.
Que no duelen,
Que no sienten…
Pero que se borran ante su mirar,
Que desaparecen al verla hablar.
Me lleva a una dimensión desconocida
Donde reina la alegría,
Me libera de la agonía,
Pero descalibra mi refinería.
Que como si nada, intenta seguir adelante,
Sin darse cuenta que sigue mirándome…
Que reiteradas veces me descompensa,
Ocupando tableros, sillas y mesas.
Me desordeno de manera que sigo como si nada,
Sabiendo internamente que eso sirve de nada;
Porque el desorden sigue presente,
Y al hablar, se hace aparente.
Niña… es un misterio que quiero resolver,
Es mi vestigio del pasado que quiero desvanecer;
Si, quiero desvanecer el vestigio,
Pero no quiero desvanecer su vestido.
Ese vestido al que le llamo actitud,
Que dilata mis pupilas sin siquiera haber luz,
Que consigue estremecer mi carácter,
Pero que no me permite seguir mi debate.
Mire como me tiene, debatiendo sólo,
Mientras me doy la espalda e ignoro todo;
Pero me tomo del hombro y pido atención,
Más no me hago caso porque no poseo audición.
Soy sordo ante mi voz clara,
Me despierto solo aunque no sea de mañana;
Me tiene soñando, aunque no duerma,
Me tiene mareado, sin si siquiera darme una vuelta.Joango.
