En tu pasar sigiloso…
Pero se me hace muy difícil con el recuerdo de tu sonrisa,
Eso me revoluciona la mente y me despierta la sintonía.
Y me pongo como un loco a escribir sobre ello,
Sobre tus labios y sobre tu rostro bello…
Es que quien no te conociera, no podría hacerlo, Pero yo que ya te vi, puedo entregar este presente.
Tal vez he vuelto, pero no quise volver como amigo,
En realidad, nunca me acerqué como amigo…
Tal vez es fuerte esto, pero lo mejor es la claridad, Es una de las pocas formas en que me pueda calmar.
Sólo busco que me entiendas por este medio,
Una vez lo dije, mi memoria no es analítica, No es buena, pero no es operativa…
Si no más bien, es sentimental.
Y con esto me refiero, a que mi recuerdo mantiene a quien toca fuerte mi corazón,
Y sin ir más lejos, esta no es la excepción…
Es como piensas, como ves las cosas, Además de todo lo que traigo desde antes.
Simplemente, soy una máquina de escribir, Pero una máquina con un gran sentir…
Un pequeño que con el corazón recuerda, Un pequeño que por encontrarte, se dio guerra.
Y después de todo, ahora se pone al límite…
En un límite tal vez inexistente, Pero que pareciera herirme existencialmente, Que intenta botarme cuando le doy la espalda, Pero que no se da cuenta que me apoyo en tu mirada.
Que no puedo pasar un rato sin preguntarme como estás, No puedo pasar un segundo sin pensar…
No dejas de darte vueltas en cabeza,
Y así a esta hora, sigo escribiendo sobre mi referente a ti…
Soy un niño contento por haberte encontrado, Soy un joven temeroso por escribirte tanto...
Y soy un hombre que no comprende porque quiere verte,
Sinceramente, ya me tienes bien volado de mi propia mente.
Joango.
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